lunes, 1 de marzo de 2010

Frases predecibles (El Financiero 2007)

Los mexicanos somos un pueblo que si fuéramos objeto seríamos alambique, si estilo, barroco y en el caso de una película: “Un perro andaluz” de Buñuel, es decir, algo indescifrable. Las evidencias de este carácter alambicado, barroco y surrealista son miles y se encuentran a la vista de todo aquel interesado en no entender nada que es lo que me pasa a mí cuando escucho hablar a mis compatriotas diciendo una cosa que realmente significa una muy otra. Veamos…
“No quiero ser considerada un objeto sexual”.- Si la emisora de la frase de marras fuera la India María, estaríamos todos de acuerdo supongo que de manera unánime y nadie repelaría en lo mas mínimo. Sin embargo, la que declara una cosa así invariablemente es una buenona que en ese momento tiene las chichis en las amígdalas, mirada de “ahí te voy” y un color de pelo que solo le he visto a Anita Ekberg mientras se baña en la fuente de Trevi. Ese es justamente el momento en que me entra la confusión ya que me parece muy justo que alguien quiera huir de un encasillamiento de ese tipo (a mi me encantaría que alguien alguna vez en su vida me considerara un objeto sexual pero eso lo veo tan cercano como un acuerdo en la cámara de diputados). Sin embargo, si la técnica para lograr papeles serios es el encueramiento a discreción, los amasiatos con oligarcas o la aparición en un programa para idiotas en el que se dan consejos para “seducir a su macho” el asunto no tiene remedio. Nótese –esto es muy importante- que mi cuestionamiento no tiene una raíz moral -Dios me libre- simplemente me llama la atención la inconsistencia semántica de este tipo de declaraciones que son ligeramente suicidas.
“No hay condiciones políticas”.- En este caso se trata de una frase que habría que mandar esculpir en letras de oro en los recintos legislativos. Cuando algún dirigente dice lo anterior se refiere simplemente a que generar una iniciativa sensata pero impopular es algo que simplemente no están dispuestos a hacer por ningún motivo, porque no se trata de perder votos faltaba más. Siempre he creído que el gobernante perfecto duraría en este país probablemente dos días ya que al momento de proponer la reglamentación de las marchas, la desaparición de los microbuses, el control de los excesos sindicales o la entrada de inversión privada en áreas que la requieren, se convertiría en el blanco de una serie de pastelazos públicos que harán muy endeble su gestión. Es por eso que para evitar el problema y salir del atolladero se ha generado esta perla “no hay condiciones políticas” ni las habrá nunca, me apresuro a añadir lo que no deja de ser una pena.
“Lo consultaré con mi abogado”.- Esta frase no solo es mamarracha sino idiota ya que se sabe que vivimos en un país principalmente menesteroso en el que si se llega a peluquero propio es que la vida ha sido justa con el esfuerzo personal. Yo asisto a un club que me admitió por motivos misteriosos y en el que los señores encuerados en el vapor dicen una tasa de idioteces vertiginosa, entre ellas la de “mis abogados me sugieren”. Por supuesto nunca he conocido a nadie que tenga abogados propios y eso debería ser una buena noticia ya que necesitarlos debe ser un signo de que algo anda mal y que uno tiene un pie en el bote. Esta frase es prima hermana de “mis contadores me dijeron” y cada que yo las escucho, elevo los ojos al cielo pensando en nuestra necesidad de mostrar lo que simplemente no tenemos.
“Te busco”.- En este caso se trata de una mentira flagrante ya que uno no tiene la menor intención de buscar al interlocutor y es por ello que se sugiere el matiz “nos buscamos” que si bien también es mentira por lo menos tiene la virtud de repartir la responsabilidad entre ambos por lo que uno queda menos mal a la hora de los reclamos.
Como puede verse, los mexicanos somos una raza muy extraña pero eso sí dueña de una de las siete maravillas del mundo y yo francamente con eso tengo.