martes, 8 de diciembre de 2009

Efemérides (El Financiero 2003)

El diccionario define efeméride como: “Acontecimiento notable que se recuerda en cualquier aniversario del mismo”. Lo anterior supone que día con día nos llenamos de estas madres que a mí me producen mucha estupefacción ya que ignoro su utilidad. Si uno descarta las fechas celebrables a huevo como el día de la independencia o el del trabajo, no veo motivo para recordar acontecimientos que normalmente no le interesan ni a los que los leen con voz cansada en los programas de radio, porque a mí francamente me da lo mismo el día que Cervantes acabó el Quijote o cuándo Napoleón le ganó a los austríacos ya que la fecha es francamente lo de menos, el hecho es lo que cuenta. Pero con esta maldita obsesión conmemorativa que tenemos el asunto se salpica de idioteces como trataré de demostrar a continuación. Permítame, querido lector, compartir con usted las efemérides del día de hoy 25 de febrero:
1281.- Alfonso X el Sabio publica las primeras ordenanzas marítimas de Castilla. La información anterior sería valiosísima si uno supiera qué carajo son las ordenanzas y por qué misterio eran marítimas si Castilla tiene los mismos litorales que el bellísimo estado de Tlaxcala.
1570.- Pío V excomulga a Isabel I de Inglaterra. Supongo que esta efeméride debe tener cierta relevancia, particularmente para Isabel I, en cambio uno se queda con la sensación indeleble de: “y eso a mí qué me importa” que no borra nadie. De hecho el ejemplo ilustra cabalmente lo pernicioso de dar información incompleta; el asunto se pondría sabrosón si supiéramos que la excomunión llegó porque Chabela era ligera de cascos o se clavó un cáliz, pero nanay, así el asunto no sirve para nada.
1927.- El aviador italiano De Pinedo llega a Bahía tras realizar la travesía del Atlántico. Esta efeméride entraña misterios múltiples; siempre tuve la impresión de que Lindbergh fue el primero en cruzar el Atlántico justo en el mismo año. Por otro lado ¿a que Bahía llegó? ¿La de Acapulco? ¿la de Cochinos? Supongo que a la ciudad del mismo nombre en Brasil, pero, ¿de dónde venía? ¿de Italia? ¿por qué el señor De Pinedo (al que en su casa lo conocen) pasó a la historia con ese nivel de pelagatencia? No se me ocurre una sola respuesta.
1947.- El presidente argentino Juan Domingo Perón proclama los diez puntos sobre los derechos del trabajador ante la Asamblea de la Federación General del Trabajo. La información es tan relevante como la talla de sombrero de la emperatriz Josefina. ¿Cuál es el objeto de recordar este tipo de cosas? No tengo claro si los 10 puntos marcaron un hito entre los trabajadores del mundo pero francamente lo dudo muchísimo. Me imagino que el discursito empezaba diciendo cosas como: “todo trabajador tiene derecho a afiliarse en un sindicato”.
1987.- Se funda el partido del progreso de Guinea Ecuatorial con ideología demócrata cristiana. En este caso el primer referente necesario es geográfico para ubicar al citado país. Por otro lado el hecho de que se funde un partido a mí me parece una cosa muy saludable, sobre todo en Guinea Ecuatorial y supongo que el asunto debe festejarse. El problema es que en la efeméride del año 1996 se nos informa amablemente que el señor Teodoro Obiang, que asumió el poder en 1979, es reelecto presidente por otros siete años, lo que supone que si pertenece al partido del progreso (fundado por él mismo) ya chingó, en caso contrario no veo motivo para celebrar a una entidad política que por lo visto no sirve para nada.
2000.- Científicos españoles consiguen que nueve ratas parapléjicas vuelvan a caminar. En este caso el que caminó soy yo; de la paraplejidad a la perplejidad, primero porque ignoraba que los roedores padecieran estos males, segundo porque si no los padecen alguien los indujo (imaginar a un científico español dejando parapléjica a una rata) y tercero porque me imagino a las ratas alzándose en dos patas mientras chillan ¡milagro!.
Como se podrá advertir, ninguno de los asuntos anteriores parece fundamental o le da sentido a la vida de nadie que no sea la reina Isabel o las ratas parapléjicas. Por lo anterior propongo prescindir de las efemérides de manera definitiva. Los señores que las leen en el radio sabrán agradecerlo